Teatro subtitulado, herramienta de comercio

Las ferias teatrales pretenden ser el expositor donde exhibir el producto ante potenciales compradores, y digo producto, porque es lo que se prioriza y no la interpretación arropada por la puesta en escena....a las compañias se les dice que se han acreditado algún programador inglés y francés, e inmediatamente se les hincha la carótida, expandir mercado, prestigio, caché...de modo que se pone en marcha una especie de google translate, los teatros travestidos en bibliotecas, se cuenta con la complicidad, la connivencia de las compañias que son las que han de facilitar el texto de la obra para proyectar en vídeo...y así los teatros se reconvierten en templos de fariseos.

...si además el soporte tecnológico no es el acertado, entonces nos encontraremos con obstáculos a solventar...para ser específico, resulta inaceptable (es mi opinión) que la proyección de subtítulos durante los lapsos de ausencia bañe de luz la escena teatral...claro que hay soluciones parciales; disponer de la óptica precisa que concentre la proyección exclusivamente en la pantalla...otras opciones podrían ser el uso de videoproyectores con shutterr interno o con pala interpuesta en la trayectoria del haz de luz para interceptarlo, bloqueándolo. En cualquiera de los casos la activación remota manual debería ser mediante cable para garantizar la fiabilidad (no emplear IR ni RF)....pero dudo mucho que éstos procedimientos sean viables ante el alubión de texto y sus ritmos.

Al técnico quejoso, sólo dos cosas, que las protestas las dirija al responsable ilustre del desaguisado, y segundo, dado que los proyectores proyectan luz, nunca pueden proyectar un negro real (el negro es ausencia de luz. Ningún proyector puede proyectar negro; sólo puede no proyectar luz. El subtitulado en cine, es otra cosa, los acontecimientos filmados son inalterables, por lo tanto se prevén.