07 marzo 2014

El peso de la cultura

Muy mal tienes que estar de medios ¿o tal vez de la mollera?, si decides recurrir a la influencia de la literatura para resolver una situación logística de tramoya, salvo que se trate de los ejemplares de la enciclopedia ilustrada por tomos del cultivo del champiñón en túneles ferroviarios abandonados. Habíamos visto libros que sucumbieron al desapego de sus dueños transformados en elementos ortopédicos, calzando las patas de una silla o mesa pero, nunca creí que las palabras pesaran tanto como para echarle un pulso de desequilibrio al contrapesado y así poder mover el decorado.
Puede suceder que semejante sandwich literario por motivos del destino, que Dios, Alá, Mahoma, Jehová, Yahvé, Santa Talía...no lo quiera, se desprenda, yendo a caer sobre tu cabeza, podríamos decir entonces que los libros enseñan que de los libros se aprende cómo no se deben hacer las cosas.

Aplicaciones denigrantes de la literatura 

1 comentario:

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