06 septiembre 2009

Noviembre


Ya vamos por la penúltima obra de teatro para concluir la temporada. En ésta ocasión se puso en cartel Noviembre de David Mamet, y yo no sé porque motivo, pinchó, tal vez el público se encuentre ya atragantado de tanto género pseudo cómico. Puede que se gastaran ya las perras de las vacaciones o que el turismo se nos fue, una encuesta sociológica a pié de teatro nos sacaría de dudas.

La obra no es mala, no al menos peor que las anteriores y sin embargo los demás reventaron el teatro. El día de doble función en un desangelado patio de butacas, apenas 70 espectadores, supieron reconocer con ovaciones el esfuerzo de los actores por darles a conocer las intrigas desventuradas de la casa blanca. El resonar de los bravos me supo a desquite de algún parroquiano por resarcirse del regusto de recientes entregas veraniegas, porque lo que ocurrió esa noche con gran diferencia se acercó a lo que conocemos como teatro.

Noviembre, trata con humor corrosivo, crítico, los últimos momentos del presidente de EE.UU que se sabe no va a ser reelegido. Veremos la perversión del poder, sobornos, chantajes económicos y emocionales, pero sobre todo mucha indecencia política. Más de uno entenderá por qué éste tipo de teatro levanta sarpullidos.



Vamos a lo nuestro. La luz es realista, filtrada en tonos naturales aunque impera el blanco, y con intensidades que a ratos modulan el cambio entre las escenas. Lástima que haya tanto rebote en la sala, demasiada claridad en el patio de butacas a menos que se busque la participación o involucrar al público con lo que sucede en la escena.

La escenografía recrea el despacho oval de la casa blanca de modo fidedigno, compuesta de módulos corpóreos repintados para la ocasión. La utilería incorpora los más mínimos detalles, mobiliario de época, adornos, cuadros, apliques, lámparas, alfombra, cortinajes, librerías…etc. Todo ello nos ayuda a creer que estamos ante el despacho del presidente de la nación más poderosa del mundo. Con decorados tan reales como éste, poco lugar queda para la imaginación.

1 comentario:

  1. ¿por qué Santiago Ramos interpreta toda la obra a gritos? El abogado que hace de asesor menudo pavisoso cibernético. Ana Labordeta es buena actriz y estuvo bien al igual que el presidente de la asociación del pavo.
    ¿Con otro reparto la obra ganaría?
    Me queda la duda.

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